Desarrollando habilidades de afrontamiento en escuelas intermedias y secundarias

Neuroresiliencia Es un término psicológico desarrollado recientemente. Se refiere a la capacidad del cerebro para adaptarse y recuperarse del estrés, la adversidad y el trauma. Esta resiliencia desempeña un papel fundamental para afrontar eficazmente los desafíos de la vida. Abarca la agilidad cognitiva, la regulación emocional, la capacidad de resolver problemas y la capacidad de buscar apoyo y confiar en sistemas de apoyo social saludables. Todas estas habilidades son especialmente esenciales para los adolescentes que se enfrentan a las complejidades de la secundaria y la preparatoria.

Sabemos que la adolescencia es un período formativo marcado por un crecimiento y un cambio significativos. Por supuesto, también suele estar plagada de graves problemas de salud mental. Eventos traumáticos Durante estos años, pueden tener un profundo impacto en el desarrollo y el bienestar de un joven. Nada requiere más neuroresiliencia que las situaciones que pueden inducir traumas.

El impacto del trauma en los adolescentes

El trauma puede definirse como cualquier circunstancia disruptiva que abruma a una persona a largo plazo. Tiene el poder de desestabilizarla, haciendo que la regulación emocional parezca imposible. Los factores que contribuyen a esto en los jóvenes pueden incluir:

  • Aislamiento: Sentirse desconectado de sus compañeros genera soledad y ansiedad. Si persiste, esto puede desgastar a la persona hasta volverse insoportable.
  • Presión para actuar: Las expectativas altas pueden generar un estrés abrumador, lo que lleva al agotamiento y a una baja autoestima. Esto aplica al rendimiento académico, los deportes, la música y el teatro, e incluso a un sentido de competencia personal en el ámbito social.
  • Dinámica abusiva entre pares: El acoso y la presión de grupo Tienen una forma de erosionar la autoestima. Pueden infundir aún más miedo y ansiedad crónicos. Los niños empiezan a cuidarse las espaldas constantemente y a filtrar, con nerviosismo excesivo, su comportamiento con los demás.

Sistemas de informes estudiantiles de STOPit Pueden ofrecer herramientas cruciales para ayudar con esto. Estos sistemas de denuncia ofrecen a los estudiantes formas seguras de denunciar incidentes de maltrato de forma confidencial, sin temor a represalias.

  • Temas candentes: Las elecciones políticas, los conflictos globales u otras controversias divisivas y debatidas pueden generar incertidumbre y estrés profundos. Esto es especialmente cierto para los estudiantes que se sienten presionados a siempre "tomar partido", sin estar capacitados para analizar los matices y tomar decisiones por sí mismos.
  • Violencia y desastres locales: La exposición a tiroteos escolares, violencia comunitaria y desastres naturales puede provocar una grave alarma o colapsos emocionales. Para algunos, los recuerdos de estos eventos de emergencia Puede perseguirlos durante años.
  • Problemas en casa: Los problemas familiares, como la inestabilidad financiera o la violencia doméstica, pueden parecer aún más abrumadores por la ansiedad. Esto ocurre tanto en crisis a corto como a largo plazo.

Mecanismos de afrontamiento saludables y dañinos

Los jóvenes suelen recurrir a diversos mecanismos de afrontamiento para manejar el estrés y el trauma. Sin embargo, es crucial distinguir entre estrategias saludables y perjudiciales. No todas las respuestas de afrontamiento son intrínsecamente problemáticas. De hecho, pueden ser útiles para ayudar a un joven a calmarse el tiempo suficiente para poder procesar sus experiencias más adelante, con la mente más despejada.

Dicho esto, muchas estrategias de afrontamiento a las que los niños recurren instintivamente pueden ser perjudiciales. Se requiere discernimiento para discernir qué es óptimo y qué no.

Mecanismos de afrontamiento dañinos

Algunas conductas que podríamos disuadir a los niños y adolescentes incluyen las siguientes.

  • Mero escapismo: Evitar constantemente los problemas mediante distracciones puede retrasar el desarrollo de la resiliencia y la resolución de problemas. Por lo general, es necesario orientar a los jóvenes hacia mecanismos de afrontamiento que refuercen la idea de que pueden aprender a afrontar y gestionar la realidad.
  • Autoabuso o maltrato: Comportamientos como la autolesión o el acoso a otros pueden brindar una salida temporal a la frustración y el dolor. Estos, sin duda, empeorarán la situación. salud mental, y obviamente también rompen relaciones.
  • Evitando el coraje y la independencia: Un mecanismo de afrontamiento probablemente se esté convirtiendo en una muleta emocional inútil cuando empieza a obstaculizar otras áreas del crecimiento personal. Cuando sea apropiado, fomente comportamientos que ayuden a la persona a ser la versión más valiente de sí misma. Considere invitarla a dar pasos suaves y realistas para salir de su miedo, su zona de confort y su total dependencia de los demás.
  • Conductas adictivas o compulsivas: Los estudiantes necesitan contar con maneras de aliviar la tensión y el dolor que sienten sin desarrollar patrones compulsivos e ineludibles. Existe un lugar para retirarse y obtener un alivio temporal de las presiones. Sin embargo, es mejor que todos reciban herramientas para mantener un sentido de autonomía personal.

Mecanismos de afrontamiento saludables

Animar a los adolescentes a adoptar mecanismos de afrontamiento saludables puede fomentar su confianza y su capacidad para afrontar otras dificultades en el futuro. Estas son algunas de las estrategias más eficaces que solemos recomendar:

  • Técnicas de manejo del estrés: Enseñe a los estudiantes técnicas para procesar y mitigar el estrés. Estas incluyen la gestión del tiempo, la priorización adecuada de responsabilidades y ejercicios de relajación. Anímelos a crear horarios realistas, tomar descansos cuando lo necesiten, respirar profundamente y planificar actividades constructivas que les ayuden a relajarse mejor y disfrutar de cada etapa de la vida.
  • Hábitos de vida saludable: Enfatizar la importancia de mantener un estilo de vida saludable en todos los aspectos. Esto implica centrarse en el ejercicio regular, una alimentación nutritiva, dormir lo suficiente y limitar el tiempo frente a las pantallas. Estos hábitos favorecen el bienestar general y la resiliencia, ya que promueven la salud física y reducen el estrés. Cuando estas prácticas ya están implementadas, los eventos caóticos tienden a sentirse más manejables y menos inquietantes.
  • Redes de apoyo social: Anime a los estudiantes a cultivar redes de apoyo social sólidas conectándose con amigos, familiares, maestros y consejeros. Tener relaciones de apoyo, seguras y vulnerables puede proporcionar... mucho. Proporcionan un sentido de pertenencia, validación y estímulo emocional que puede ayudar a alguien a superar cualquier desafío.
  • Habilidades para resolver problemas: Enseñe a los estudiantes habilidades efectivas de resolución de problemas para ayudarlos a superar obstáculos y contratiempos. Anímelos a desglosar los problemas en pasos viables, a generar ideas para soluciones y a buscar ayuda cuando la necesiten. Desarrollar estas prácticas les permite afrontar los desafíos sin dejarse intimidar ni paralizarse ante lo que les depara el futuro.
  • Diálogo interno saludable: Anime a los estudiantes a practicar estrategias de diálogo interno más útiles. Cuestione sus creencias desalentadoras y limitantes. Ayúdelos a reconocer sus fortalezas, logros y habilidades, y a cultivar una mentalidad de crecimiento que acepte los desafíos como oportunidades de crecimiento. Anímelos también a operar con una mentalidad de abundancia, creyendo que los recursos y las opciones que necesitan están disponibles en este mundo en formas que aún no han reconocido plenamente.
  • Buscando apoyo profesional: Recuerde a los estudiantes que está bien buscar apoyo de consejeros, terapeutas o profesionales de la salud mental si tienen dificultades. Recuérdeles que pedir ayuda Ante cualquier situación que estén afrontando, asegúreles que pedir apoyo es señal de fortaleza, no de debilidad.

*Nuestro Plataforma HELPme Puede facilitar excelentes conexiones con profesionales de salud mental confiables y orientar a los estudiantes hacia otros recursos para ayudarlos a pensar en las situaciones que enfrentan.

Construyendo un ambiente saludable

Crear un entorno que promueva la neuroresiliencia implica el esfuerzo colectivo de educadores, padres y la comunidad. Las escuelas pueden tomar medidas para implementar programas que enseñen habilidades de manejo del estrés y regulación emocional, brinden acceso a recursos de salud mental y fomenten... Una cultura de apoyo e inclusión.

Los padres pueden apoyar a sus hijos manteniendo una comunicación fluida, proporcionando un ambiente familiar estable y modelando ellos mismos conductas de afrontamiento saludables. Las organizaciones comunitarias pueden ofrecer recursos adicionales y redes de apoyo para garantizar que ningún niño se sienta solo en sus dificultades.

Al centrarnos en el desarrollo de la neuroresiliencia, podemos dotar a los adolescentes de las herramientas que necesitan para afrontar los desafíos de la adolescencia y emerger más fuertes y resilientes.

De nuevo, afrontar las dificultades no es necesariamente malo. Si se hace bien, es fundamental para crecer y prosperar en un mundo cada vez más complejo.

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