Con el entorno de aprendizaje digital actual, omnipresente en todos los niveles de la educación primaria y secundaria, el uso eficaz de la tecnología educativa es fundamental para lograr los resultados de aprendizaje deseados por los estudiantes. Sin embargo, para lograrlo se requiere una colaboración fluida entre el departamento de TI (Tecnologías de la Información) y el profesorado.
Los docentes son los líderes del aula y representan la primera línea en el esfuerzo diario por facilitar el aprendizaje, el descubrimiento, el crecimiento y la madurez de los estudiantes. El departamento de TI, por otro lado, es responsable de la infraestructura tecnológica de todo el distrito y sus escuelas, y con la proliferación de modelos 1:1, donde cada estudiante cuenta con su dispositivo tecnológico, sus responsabilidades se extienden incluso fuera del campus, a los hogares de los estudiantes.
Sin embargo, en muchos distritos escolares, la conexión entre ambas funciones es menos frecuente. Ciertamente, el departamento de TI suele participar activamente en las sesiones de desarrollo profesional docente y funciona como un servicio de asistencia cuando la tecnología falla. Y, por supuesto, los docentes suelen proporcionar retroalimentación sobre tecnología educativa al departamento de TI. Sin embargo, estas interacciones entre TI y docentes suelen ser reactivas, unidireccionales y tácticas, emitidas por una función y recibidas por la otra. Estas interacciones no suelen ser estratégicas ni colaborativas.
Esta publicación cubre algunas prácticas recomendadas importantes para impulsar una colaboración efectiva entre TI y docentes.

Hoja de ruta para desarrollar la colaboración entre TI y docentes
El contexto para construir la colaboración entre TI y el profesorado comienza con un análisis de las necesidades holísticas de los estudiantes. Los estudiantes son los clientes finales de la propuesta de valor para la educación primaria y secundaria.
Evite la tentación de empezar con la idea de que la colaboración entre TI y el profesorado busca aumentar la eficacia y/o eficiencia de ambos departamentos. En su lugar, comience por atender las necesidades integrales de los estudiantes, incluyendo los resultados de aprendizaje deseados. Después, trabaje en sentido inverso para garantizar que cada departamento, tanto TI como Docencia, funcione de forma colaborativa, eficiente y eficaz.
Considere los siguientes pasos recomendados para impulsar la colaboración organizacional:
1 — Crear una visión y objetivos compartidos. La colaboración no es una iniciativa de TI ni de los docentes. Si empieza así, es probable que fracase.
La responsabilidad determina cuánto invertirán las partes en la colaboración. El primer paso es desarrollar conjuntamente la visión compartida de los equipos para el bienestar y el aprendizaje estudiantil, y luego establecer metas y objetivos relacionados con dicha visión. Con la visión y los objetivos definidos, se especifica cómo trabajarán los equipos, tanto juntos como de forma independiente, para alcanzar las metas, incluyendo los procesos y las métricas de evaluación.
Las conexiones entre la visión del equipo y su trabajo permiten que cada miembro del equipo vea/sienta el propósito, y con el propósito viene la propiedad del proceso colaborativo.
2 — Identificar las normas del grupo. Establecer normas grupales crea el entorno seguro necesario para una colaboración exitosa. Las normas grupales casi siempre incluyen la definición de roles y responsabilidades. Si no está familiarizado con Formación, asalto, normalización y ejecución de Bruce Tuckman Etapas del desarrollo grupal, léalo con atención. No se preocupe, es una lectura rápida e intuitiva.
Establecer la confianza suele ser el aspecto más difícil de las primeras iniciativas de colaboración. Facilite conversaciones sobre la confianza, su dificultad para construirla y su rapidez para erosionarla. La confianza será fundamental para crear el entorno seguro necesario para una comunicación abierta.
Con una comunicación abierta y de confianza, dediquen tiempo desde el principio a conocer los estilos de aprendizaje e intereses de cada uno, así como sus expectativas e inquietudes respecto a la iniciativa. Un mejor entendimiento mutuo definirá las normas de participación colectiva en el trabajo compartido.

3 — Facilitar la discusión y el diálogo. Los miembros del grupo deben estar preparados para usar la discusión y el diálogo como herramientas básicas de colaboración. Pero primero, deben comprender la diferencia entre ambos, ya que ambos son importantes para obtener resultados exitosos.
El diálogo es una conversación que busca compartir conocimientos y ampliar la comprensión colectiva del grupo. Debe involucrar múltiples perspectivas y estar dispuesto a cuestionar el statu quo, la forma en que se hacen las cosas aquí, y, sobre todo, a profundizar en los valores y los posibles sesgos. Un diálogo eficaz requiere la disposición a expresar creencias, la escucha activa y la suspensión del juicio, la comodidad en momentos de ambigüedad y la confianza en el proceso colectivo.
Tras el diálogo, se produce la discusión, que lleva la conversación a un estado más práctico. Las discusiones implican la exposición de posturas individuales para generar consenso en la toma de decisiones.
4 — Gestionar conflictos. El diálogo generará un profundo aprendizaje a medida que los miembros del grupo exploren, aprendan y crezcan. Y, sin duda, generará conflicto.
¡No evites los conflictos! El conflicto será necesario para crear e implementar soluciones creativas e integrales. En lugar de evitarlos, promuévelos proactivamente y gestionándolos eficazmente.
Aborde el tema de la gestión de conflictos desde el inicio de la formación del grupo y proporcione recursos a todos. Tanto los profesionales de TI como los docentes suelen depender de una sola herramienta de resolución de conflictos en su día a día. Por lo general, se trata de la corriente de pensamiento "a mi manera o nada". Como grupo colaborativo, concientice a todos los individuos sobre la amplitud de... herramientas para la gestión de conflictos.
Resumen
El aula digital actual requiere un enfoque colaborativo entre docentes y profesionales de TI, que conecte lo que hace poco eran dos funciones muy diferentes en un distrito escolar K-12. Hoy en día, se puede argumentar que estas dos funciones tienen más en común que en diferencia.
Lograr los resultados de aprendizaje estudiantil deseados es ahora una colaboración entre muchas partes interesadas. Establecer una sólida base de colaboración mediante el uso de buenas prácticas cruciales preparará al equipo de su distrito para el éxito.