Los líderes de TI del distrito se enfrentan a un desafío constante: gestionar su infraestructura tecnológica en constante expansión. Según nuestro Informe de Aplicaciones de Tecnología Educativa de 2024, un distrito escolar promedio utiliza más de 2000 aplicaciones de tecnología educativa durante el año escolar.
Hay muchas buenas razones para que los educadores utilicen diversas tecnologías de aprendizaje. Incluso fuera de la evaluación o la intervención, ofrecer a los estudiantes formas diferentes e interesantes de participar en las áreas de contenido beneficia a las mentes jóvenes y puede contribuir a mantener un alto nivel de participación. Sin embargo, este informe más reciente reveló que muchas de las aplicaciones que aparecen apenas se utilizan. De hecho, el 991% del uso se concentra en poco más de 300 aplicaciones, lo que equivale al 15%.
Para los equipos de TI, la carga administrativa necesaria para revisar y evaluar si una aplicación de aprendizaje cumple con las directrices del distrito es la misma, independientemente de su uso. También es crucial analizar los datos de uso en las escuelas, grados y otros subgrupos para garantizar que no se pasen por alto las aplicaciones con alta adopción, importantes para grupos más pequeños de estudiantes. Con recursos limitados, cada vez más distritos analizan con atención sus aplicaciones, determinando si la inversión merece la pena y cómo gestionar el caos con mayor rigor. Aquí es donde Lightspeed entra en escena con herramientas que proporcionan información en tiempo real sobre el uso de las aplicaciones, el estado de aprobación y el retorno de la inversión (ROI). Lo llamamos el "Marco de las Tres R".
El enfoque de las tres “R” para simplificar la sobrecarga de tecnología educativa
Para optimizar los esfuerzos de redimensionamiento, concéntrese en identificar y eliminar las tres "R" de su cartera de aplicaciones EdTech:
- Aplicaciones maliciosas: Estas aplicaciones no aprobadas suelen sorprender a los responsables de TI. Nunca se han examinado a fondo antes de su uso y pueden ser duplicadas, suponer riesgos para la seguridad o no cumplir con las directrices curriculares de la escuela o el distrito. Prepare una lista y empiece por ahí.
- Aplicaciones de riesgo: La privacidad y seguridad de los datos son fundamentales para los distritos, por lo que es fundamental saber qué hay en su red en todo momento. Cabe destacar la importancia de esta última frase: en todo momento. Muchas escuelas y distritos realizan encuestas o inventarios esporádicos de las aplicaciones en uso, pero esto no es suficiente para reducir el riesgo. Un informe de diciembre de 2022 reveló que el 961% de las aplicaciones escolares comparten datos de estudiantes con terceros y el 281% los exponen a publicidad. Los distritos escolares deben evaluar y aprobar exhaustivamente las aplicaciones para que se ajusten a las políticas. Las escuelas enfrentan riesgos crecientes de ciberataques, incluyendo costosos incidentes de ransomware. El Mapa de Incidentes Cibernéticos en K-12 destaca 1619 incidentes relacionados con la ciberseguridad reportados entre 2016 y 2022. La vigilancia es esencial para proteger la infraestructura tecnológica de su distrito. Basta con que unos pocos usuarios usen una aplicación durante un corto periodo de tiempo para representar un riesgo para todos.
- ROI de las aplicaciones: ¿Cuenta su distrito con sistemas para comprender eficientemente el uso de las herramientas de alta prioridad? ¿Puede su distrito identificar cuántas aplicaciones de aprendizaje se utilizan para las habilidades de lectura, ciencias y matemáticas, y cuáles son las más utilizadas? Admitir múltiples aplicaciones con funciones similares puede ser necesario, pero sin una evaluación adecuada, suele desperdiciar recursos. Si bien algunas aplicaciones son gratuitas, muchas no lo son. Los presupuestos ajustados exigen identificar aplicaciones de tecnología educativa no utilizadas y redundantes. Sorprendentemente, de las más de 2000 aplicaciones en uso en un distrito escolar promedio, menos de 100 representan el 951% del uso total de las aplicaciones.

Vea las 3R en acción
Recuerde, redimensionar no se trata solo de reducir costos, sino de encontrar el equilibrio perfecto entre una tecnología educativa segura, eficiente y eficaz. También se trata de garantizar que su tecnología educativa respalde la conectividad y los objetivos educativos de su distrito, manteniendo al mismo tiempo la responsabilidad fiscal.
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