Cómo gestionar y pagar un compromiso tecnológico ampliado
Una encuesta reciente a 200 líderes de distritos escolares de primaria y secundaria reveló lo siguiente:
- Más del 82% de los encuestados dijeron que reducir las ineficiencias del gasto y maximizar el alcance de su presupuesto era su principal prioridad.
- Casi 79% están priorizando la necesidad de una mejor comprensión del uso de aplicaciones y programas.
- Y más de 77% dijeron que la visibilidad del uso de la aplicación era su métrica de datos tecnológicos más importante, seguida de cerca por la actividad de inicio de sesión de los estudiantes.
Combine estas prioridades del distrito con los resultados de investigaciones adicionales:
- El año pasado, el número promedio de herramientas tecnológicas educativas por distrito casi se duplicó
- 2/3 de las licencias tecnológicas adquiridas por el distrito no se utilizaron
- Se descargaron en los dispositivos del distrito el doble de aplicaciones no autorizadas de lo previsto
- Los distritos encuestados gastaron colectivamente más de $37 millones en licencias no utilizadas
Muchas escuelas y distritos recurrieron a fuentes de financiación de emergencia del gobierno Para ayudar a financiar la adquisición de dispositivos y las mejoras tecnológicas impuestas por la reorientación al aprendizaje remoto durante la pandemia de COVID. Con el regreso de los estudiantes a las escuelas, ¿cómo pueden los distritos financiar su compromiso tecnológico, ampliado y continuo?
Determine sus presupuestos
Datos concretos, como las tasas de uso de los docentes, las tasas de participación de los estudiantes, los costos por estudiante y los niveles de cumplimiento de la privacidad de datos, apuntan a áreas donde los líderes educativos y financieros pueden encontrar mejoras de eficiencia y oportunidades de reducción de costos al determinar los presupuestos. Además, es posible que algunos recursos hayan sido adoptados individualmente por docentes al conocer la gran cantidad de suscripciones gratuitas. Nuevas herramientas analíticas puede ayudar a los líderes de distrito y a los tomadores de decisiones de TI a profundizar en datos específicos a los que antes no tenían fácil acceso; datos que pueden ayudarlos a tomar decisiones informadas sobre qué adquisiciones de tecnología mantener o eliminar y determinar cómo deberían ser sus presupuestos de tecnología en el futuro.
Evalúe su pila tecnológica
Puede haber muy buenas razones para mantener todo el conjunto de dispositivos recién adquiridos y una parte considerable de las suscripciones de software configuradas durante la pandemia. Por ejemplo, aunque el énfasis principal se centre en las necesidades de los estudiantes que regresan físicamente a las aulas, es posible, e incluso probable, que algunos distritos opten por mantener una capacidad de aprendizaje a distancia mejorada o ampliada y, por alguna razón, no puedan reanudar la asistencia presencial regular. Determinar qué aplicaciones y suscripciones se pueden utilizar en todos los entornos de aprendizaje, ya sean presenciales, híbridos o remotos, parece un punto de partida razonable para el análisis y puede orientar la priorización.
Además, algunas aplicaciones podrían ser cruciales para las operaciones del distrito o necesarias para analizar aspectos del rendimiento estudiantil, incluso si no son del agrado del profesorado y el personal. Los datos concretos sobre la posible infrautilización de dichas aplicaciones podrían indicar oportunidades cruciales de desarrollo profesional.
Aproveche al máximo su financiación
También es importante tener en cuenta que han surgido diversas fuentes de financiación gubernamental suplementaria como resultado de la pandemia. La Ley CARES, aprobada por el Congreso en 2020, ofrece fondos con pocas restricciones a los estados y escuelas en cuanto a su uso para apoyar a las escuelas, distritos y estudiantes afectados por la pandemia de COVID-19. A través de CARES y sus fondos subsidiarios, como las subvenciones ESSER y el Fondo de Ayuda para el Coronavirus (CRF), las escuelas y los distritos pueden aplicar dichos fondos a una amplia gama de necesidades para abordar la respuesta educativa a la pandemia, incluyendo la compra de tecnología. En diciembre de 2020, el Congreso extendió la financiación para que permanezca disponible hasta el año calendario 2021. Junto con los posibles ahorros de costos resultantes de la eliminación de adquisiciones de tecnología redundantes o innecesarias, estas fuentes pueden ayudar a los distritos a apoyar y mantener el uso de dispositivos y aplicaciones en el futuro.
Más allá de la búsqueda de fondos, aproveche las ofertas de descuento disponibles de los proveedores de software y hardware. Considere comprar varios productosEstos podrían ofrecerse en forma de productos completos o descuentos por paquetes de productos. Considere cuidadosamente las suscripciones multianuales. Si las suscripciones suelen ser multianuales, las suscripciones extendidas pueden generar ahorros anuales significativos.
Visualización de datos para garantizar la rentabilidad
¿Cómo pueden los líderes escolares capturar cifras clave para identificar los elementos más efectivos de su inversión en tecnología y garantizar decisiones basadas en datos que maximicen el retorno de la inversión (ROI)? Un software analítico sofisticado, específico y asequible, como Lightspeed Digital Insight™, permite a los líderes de escuelas primarias y secundarias rastrear y analizar sus compras de software con precisión, tal como se describe anteriormente, y comprobar la efectividad de su inversión. Estos sistemas pueden proporcionar a los distritos datos sólidos sobre la eficacia de las herramientas tecnológicas que implementan, lo que les permite tomar decisiones estratégicas sobre sus recursos tecnológicos y optimizar la elaboración de informes sustantivos para los responsables de la toma de decisiones presupuestarias.
Si esta información le resultó útil, Descarga nuestro libro electrónico GRATIS Regreso a la normalidad: Qué significa realmente la "vuelta al cole" para los equipos de TI para obtener más información sobre el regreso al campus y la adaptación de los planes de aprendizaje digital a un entorno presencial.
